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La hiperplasia prostática benigna, también llamada «agrandamiento de la glándula prostática», es una afección frecuente a medida que los hombres envejecen. El agrandamiento de la glándula prostática puede provocar síntomas urinarios molestos, como el bloqueo del flujo de orina de la vejiga. También puede provocar problemas de vejiga, vías urinarias o riñón.
La fimosis es un fenómeno inflamatorio y cicatricial que compromete el prepucio e impide su normal retracción. Por ende el varón que la padece no puede “bajar” el “cuerito” del pene y exponer la cabeza del pene.
Se trata de la inflamación del prepucio y el glande. Se manifiesta por enrojecimiento de la “cabeza” del pene y del prepucio.
La hematuria se define como la presencia de sangre en la orina. Afecta tanto a niños, mujeres y hombres de todas las edades, aunque es más frecuente luego de los cuarenta años de vida. Suele ser un evento que preocupa sobremanera al que lo presenta al ver que una mañana el retrete aparece teñido de rojo.
Una infección de las vías urinarias es una infección que se produce en cualquier parte del aparato urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La mayoría de las infecciones ocurren en las vías urinarias inferiores (la vejiga y la uretra).
Es el cáncer que empieza en la glándula prostática. La próstata es una pequeña estructura con forma de nuez que forma parte del aparato reproductor masculino. Este órgano rodea la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo.
Las piedras en los riñones, también llamadas cálculos renales, es una masa semejante a las piedras que se puede formar en cualquier lugar del sistema urinario. Generalmente, las piedras en los riñones son eliminadas a través de la orina, sin causar síntomas, pero en algunos casos puede quedarse atascada ocasionando dolor intenso y sangre en la orina.
La presencia de “verrugas genitales” o “condilomas” es una situación incómoda en hombres como mujeres. Es producido por la infección por el virus del papiloma humano (HPV).
La impotencia sexual masculina o disfunción eréctil es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria.
La eyaculación precoz es la eyaculación sin control y prematura, que se produce con una mínima estimulación sexual e imposibilita seguir con el coito para satisfacerse a sí mismo y a la pareja.
La incontinencia urinaria —pérdida del control de la vejiga— es un problema frecuente y que a menudo causa vergüenza. La intensidad abarca desde perder orina ocasionalmente cuando toses o estornudas hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que no llegas al baño a tiempo.
La Disfunción Eréctil es la incapacidad de obtener y mantener una erección para conseguir una relación sexual satisfactoria. Esta sintomatología debe persistir durante seis meses para ser considerada una patología.
«Cistitis» es el término médico para la inflamación de la vejiga. La mayoría de las veces, la inflamación es causada por una infección bacteriana y se llama «infección urinaria». Una infección en la vejiga puede ser dolorosa y molesta, y puede volverse un problema de salud grave si la infección se disemina a los riñones.
La caída de la vejiga por debilidad de la pared que la separa de la vagina suele ser debida a alteraciones que se producen durante el parto o tras él, especialmente cuando se trata de partos prolongados, complicados y que requieren instrumentación, en casos de bebés muy grandes o por la existencia de múltiples partos.